domingo, 6 de octubre de 2013

Pozole



El pozole es un platillo que como muchos otros cuentan con su propia historia y enseguida la contaré brevemente:
En la lengua Nahuatl "pozolli" significa "espuma", se le atribuye ese nombre debido a que al hervir los granos de maíz grandes y blancos se abren como flor y se forma una espuma.
Según Fray Bernardino de Sahagun en su relato "La historia general de las cosas de la Nueva España", durante las fiestas realizadas en honor del Dios Xipe a Moctezuma se le enviaba un pozole con un muslo de algún muchacho prisionero y sacrificado.
En la actualidad, el pozole se prepara a lo largo de casi todo el país. Se sirve en muchos restaurantes y es comúnmente preparado en los hogares mexicanos. Además hay una infinidad de preparaciones aunque las más famosas son las de Jalisco, Michoacán, Tepic, Colima, Guanajuato y la más famosa de todas; la del estado de Guerrero.
Al pozole también se le ha atribuido la característica de que es un remedio infalible para curar la resaca; es por eso que es un platillo típico de fin de semana para muchos "parranderos".
Para su degustación, tiene sus acompañantes clásicos como lo son: la cebolla, el rábano, la lechuga en cortes finos, el orégano, el chile secó molido, limón y sus respectivas tostaditas con o sin crema ácida.
El pozole en cualquiera de sus modalidades es delicioso y a continuación comparto la receta que mi familia ha preparado a lo largo de años.
Ingredientes:
2 pechugas de pollo. 1 kilo de pierna de cerdo. 1 bolsa de maíz pozolero o una lata. 4 chiles cascabel (guajillos) 4 chiles anchos (Chile poblano seco) Sal, cebolla, ajo, orégano, rábanos, lechuga. Tostadas rojas.
Procedimiento:
En una olla se ponen a cocer las pechugas con ajo, sal y cebolla. Aparte, en otra olla se cuece el kilo de pierna de puerco con ajo, sal y cebolla.
Una vez que se hayan cocido , se cuelan los caldos y se juntan las carnes de pollo y de puerco y se desmenuzan.
Los chiles se desvenan y se ponen a cocer hasta que estén blandos, posteriormente se licúan.
En la olla donde hemos reservado el caldo, agregamos las carnes ya desmenuzadas, el chile y se le agrega orégano al gusto.
Si se compró una bolsita de maíz pozolero, se tiene que poner a cocer hasta que reviente y se agrega al caldo. Si decidieron comprar una lata, se enjuaga y se incorpora al caldo.
Para servir se pica cebolla, lechuga, rábanos, se ponen en recipientes en la mesa para que se sirvan al gusto y se acompaña con tostadas.
Manú.

Fotografía: http://fuerza-salud-fitness.blogspot.ca

¿Es la escritura femenina diferente a la del hombre?

Por Nora Rivera


Hace poco volví a toparme con el ensayo de Marta Traba titulado “Hipótesis sobre una escritura diferente” y decidí re-examinar la hipótesis trabista que afirma que la escritura femenina es diferente a la de su homólogo. Traba parte de la idea de que la escritura de la mujer es más realista, detallada, aclaratoria y precisa que la escritura simbólica masculina. No es que los textos femeninos sean intelectualmente inferiores a los masculinos, aclara la escritora argentina, pero asegura que son metafóricamente pobres:

 “…se podría tal vez advertir que: (1) los textos femeninos encadenan los hechos sin preocuparse por conducirlos a un nivel simbólico. (2) Se interesan preferentemente por una explicación y no por una interpretación del universo; explicación que casi siempre resulta dirigida también al propio autor, como una forma de esclarecerse a sí mismo lo confuso. (3) Se produce una continua intromisión de la esfera de la realidad en el plano de las ficciones, lo cual tiende a empobrecer o a eliminar la metáfora y acorta notablemente la distancia entre significante y significado. (4) Se subraya permanentemente el detalle, como pasa en el relato popular, lo cual dificulta bastante la construcción del símbolo. (5) Se establecen parentescos, seguramente instintivos, con las estructuras propias de la oralidad, como repeticiones, remates precisos al final del texto, cortes aclaratorios en las historias”.

Encuentro dos problemas primordiales en esta hipótesis. Primero que nada, se tiene un conocimiento incompleto de la escritura hecha por mujeres. No es ningún secreto que el mundo literario está dominado por hombres –especialmente en Latinoamérica–, y por lo tanto el lector en general –hombre o mujer– ha sido expuesto a pocos ejemplos de literatura escrita por mujeres. Dando como resultado un estereotipo muy marcado de la literatura femenina. El segundo inconveniente de la idea trabiana es el hecho de encasillar a todas la mujeres en un sólo conjunto. Tradicionalmente, a la mujer se le ha atribuido una identidad colectiva, en lugar de considerar la identidad de cada mujer individualmente. No es posible comparar a Jorge Luis Borges con Amado Nervo, entonces ¿por qué clasificar a Elena Poniatowska y a Rosario Castellanos en un mismo grupo sin siquiera considerar a Mistral o a Sor Juana?

Traba argumenta que la literatura femenina carece de invención y que como solamente recuenta hechos cotidianos, no tiene un gran valor creativo, asegurando que esta cuasi-deficiencia es una “falta de entrenamiento” porque las escritoras –a diferencia de los hombres intelectuales que “escriben desde afuera”– “no se deciden a desprenderse de las experiencias vividas”. ¿Qué es “Cien años de soledad” sino un maravilloso recuento de la vida provincial en Latinoamérica? Y ¿qué no el mismo García Márquez ha dicho que su obra está basada en sus propias experiencias? De hecho, el estilo -y tema- de “Cien años de soledad” es sumamente parecido al de “La casa de los espíritus” de Isabel Allende. Desafortunadamente, los estudiosos de la escritura femenina se han concentrado en escritoras que abarcan temas considerados femeninos o feministas, sin tomar en cuenta que, a pesar de que los brotes de mujeres escritoras realmente no se dieron a conocer hasta el siglo XVIII, existe una gran variedad de estilos y temas. No creo que alguien se atreva a decir que “La amortajada” de  María Luisa Bombay, o “Los sonetos de la muerte” de Gabriela Mistral o los “Hombres necios” de Sor Juana carecen de técnica y creatividad.

El artículo completo de Marta Traba se puede encontrar en http://porlamatria.blogspot.com/2008/08/hiptesis-sobre-una-escritura-diferente.html

miércoles, 2 de octubre de 2013

2 de Octubre, que no se olvide.

¡No se olvida! ¡No se perdona!

Por muchos años los libros de historia de México cubrieron los actos civiles desde la historia precolombina hasta 1965. Por qué no se ha publicado historia a partir de ese punto? No es precisamente para que esos años caigan en un abismo negro y nosotros nos olvidemos de que alguna vez existió algún movimiento que fuera digno de ser contado. No, sino para el no tener que explicar los hechos injustos, burocráticos y negligencia del gobierno.

Hace casi 45 años que las ruinas aztecas de la plaza de las tres culturas en México, sirvieron de anfiteatro y acorralaron a los miles de mexicanos que se reunían en Tlatelolco incluyendo estudiantes, obreros, mujeres y niños. El edificio Chihuahua albergó a francotiradores y fue registrado unidad por unidad en busca de cualquier simpatizante del movimiento estudiantil.

Se ha culpado por tantos años al Ex-presidente Díaz Ordaz y a su gabinete, principalmente Echeverría Alvarez por el genocidio ocurrido en 1968, nadie acepta responsabilidad de los actos, ni de los miles muertos. Hoy, tantos años después, ni se olvida, ni se perdona.

María Rojo, actriz mexicana, quien muchos años después serviría como diputada federal por el Partido de la Revolución Democrática, protagonizó la película "Rojo amanecer"que cuenta los hechos de la matanza desde el punto de vista de una familia habitante del edificio Chihuahua.

El siguiente video de youtube es un pequeño documental del movimiento estudiantil.


 Este blogger no publicará más en este día en memoria de los hechos ocurridos en 1968. 
MG



Video:youtube.com