domingo, 11 de agosto de 2013

La realidad histórica de "Pedro Páramo"



En 1977 Juan Rulfo comentó para el programa A Fondo que ni los paisajes ni los personajes que él describió en Pedro Páramo fueron extraídos de la realidad histórica mexicana. El escritor mexicano argumentaba que sus creaciones fueron el resultado de su imaginación, basados en la manera en como él imaginaba que ciertos sucesos, con ciertos personajes, pudieran haber pasado. Rulfo disfrazó sus personajes y sus lugares con un aire de realismo tan efectivo que es difícil delinear los límites entre lo real y lo creado.
Pedro Páramo es una novela que entrelaza las fronteras del pasado histórico mexicano con el presente fantástico de los personajes. Juan Preciado visita el pueblo de su padre Pedro Páramo, el siniestro cacique del lugar; sin embargo, al llegar a Comala—o “la mera boca del infierno”, como la llama uno de los personajes—sólo encuentra fantasmas que van relatando las penas sufridas en vida. Escrita en 1955, la narración expone las injusticias sobrellevadas por el pueblo mexicano en los tiempos de la Revolución. El libro nos enseña una realidad histórica donde las tierras eran divididas en latifundios—grandes extensiones de tierra bajo un solo dueño, trabajadas por campesinos viviendo en condiciones miserables. Frecuentemente, los hacendados dueños de los latifundios se consideraban no sólo dueños de las tierras, sino también de quienes las trabajaban. Así es como muchos de ellos se sentían con derechos sobre las mujeres campesinas con las que procreaban hijos ilegítimos, como lo hace Pedro Páramo en la novela. En la narración de Juan Rulfo, los abusos y desmanes de Pedro llevan a los habitantes de Comala a una decadencia física y espiritual, en donde los individuos se van hundiendo cada vez más en la pobreza y en su propia degradación moral para terminar en una decadencia fantasmal. Comala se convierte en una podredumbre colectiva causada por la corrupción y abuso de poder por parte de todos aquellos que representan a la autoridad, incluyendo la iglesia. El autor denuncia de manera directa no sólo los abusos de los ricos de la época, sino también las solapaciones a estos abusos por parte de la iglesia como factor “juzgador” de la población. Los sacerdotes otorgan la salvación a aquellos que pueden comprar el cielo con donaciones, y los que no tienen los recursos económicos necesarios para ganarse el cielo terminan condenados a vagar por toda una eternidad. Rulfo propone una relación oposicional entre riqueza-salvación y pobreza-condenación.
Aparte de la historia, el relato también nos enseña las costumbres de la época—que por cierto todavía se pueden apreciar en algunas comunidades pequeñas de México—como los matrimonios arreglados, las creencias cristianas y las supersticiones. Los personajes de Rulfo son cuasi-estereotipos de los habitantes de pueblos pequeños en tiempos revolucionarios: el cacique, el hijo consentido, los hijos ilegítimos, el hijo legítimo de mala sangre, el mensajero, la chismosa del pueblo, la celestina, etc. Sus valles y sus rostros son tan efectivos que hacen olvidar al lector que el libro fue publicado alrededor de cuarenta años después de La Revolución Mexicana.
Juan Rulfo estaba en lo correcto cuando decía que sus valles y montes no eran descripciones de lugares específicos. Sus paisajes realmente podrían describir a todos los valles y montes del centro de México. De igual manera, Rulfo tenía razón al decir que ninguno de sus personajes estaba basado en personalidades históricas porque los personajes descritos en sus narraciones son representaciones generales de las poblaciones rurales de la época. No es una exageración afirmar que Comala es un microcosmos del México revolucionario. ¿Estará Comala muy lejos de la realidad actual mexicana?

Rulfo, Juan. Pedro Páramo. México D.F.: Fondo de culura económica, 1975. 
Herrera, Miguel Angel. "Juan Rulfo-Entrevista A Fondo". Video en línea. YouTube. YouTube, 29 abril 2012. Web. 11 agosto 2013.

Nora K. Rivera

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